En la evolución de los negocios digitales intervienen muchos factores complicados a considerar, sin embargo, se podría resaltar dos conceptos: El primero es el impacto de la tecnología en la industria y el segundo es la importancia de la cultura para la supervivencia y el florecimiento de una empresa.
El segundo punto es más fácil de responder una vez que se piensa en dónde ha estado una empresa, cómo solía ser y cómo era posible antes de la era digital (así como su estado actual). ¿Te imaginas si Apple hubiera lanzado su primer producto después de la muerte de Steve Jobs? ¿O los productos desarrollados por IBM antes de sus acuerdos con Bill Gates?, en realidad el momento y lugar en que te encuentres mientras evoluciona tu empresa, afecta positiva o negativamente el desarrollo de la misma.
En resumen: los negocios digitales actuales se pueden dividir esencialmente en tres categorías:
Los tres grupos naturalmente apuntan en diferentes direcciones debido a sus diferentes historias; pero comparten un rasgo común: tienden a una mentalidad diferente a la de las empresas emergentes o srartups (que por lo general carecen de una historia previa). Sin embargo, cualquiera que sea la categoría, existe algo muy importante y es que todas se dirigen hacia la automatización. Y la automatización no significa solo robots, en realidad incluye la inteligencia artificial, en donde algoritmos se desarrollan a sí mismos gracias a la evolución y el continuo aprendizaje. Vemos esta tendencia emergente especialmente en industrias como las finanzas (donde los algoritmos comerciales computarizados han reemplazado a los analistas humanos), el entretenimiento (donde los algoritmos de aprendizaje automático enseñan a los humanos cómo hacer mejor música), la fabricación (donde las máquinas se desarrollan a sí mismas a través de prueba y error), el comercio minorista (donde los algoritmos de aprendizaje automático crean un mejor servicio al cliente).